Este blog patrullerasargentinas.blogspot.com pretende compilar, en un solo lugar, toda la información que se refiera a la actividad presente, pasada y futura de las lanchas patrulleras, guardacostas y unidades menores de la Armada República Argentina (ARA) y de la Prefectura Naval Argentina (PNA)
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martes, 3 de octubre de 2023

PUBLICACIONES
Pensando en soluciones a la problemática ambiental en el área adyacente a la Zona Económica Exclusiva Argentina

A partir del análisis de los incentivos con que cuentan las enormes flotas extranjeras de pesca en aguas distantes para navegar miles de millas náuticas desde sus países de origen hasta el Atlántico Sur, podremos contribuir a la búsqueda de soluciones o al menos saber, de que ámbitos pueden provenir las mismas

Por Lic. SERGIO ALMADA (*) - Dra. LUCIANA DE SANTIS SOLLA (**)

Definida como una problemática ambiental compleja, con multiplicidad de actores e intereses, la actividad de estas flotas pesqueras extranjeras se caracteriza en el Atlántico Sudoccidental, por un excesivo esfuerzo pesquero sin ningún tipo de límite u ordenamiento sobre especies transzonales y de alto valor comercial de nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE).

La presencia de estos buques en aguas de la alta mar próximas a nuestro país, es producto no sólo de la abundancia y valor comercial internacional del recurso objetivo de su captura, sino también, de numerosos incentivos que reciben y que hacen viable -operativa y económicamente- su actividad en la zona.

La misma es tan dependiente de estos incentivos, que analizar en particular cada uno de ellos y la manera en cómo atacarlos o debilitarlos, es visto internacionalmente como una de las alternativas para reducir el número de buques de estas flotas y con ello, el impacto y los perjuicios que ocasionan.

La abundancia de recursos pesqueros de alto interés comercial, los subsidios de los Estados de bandera, los beneficios de transbordos en el mar y la particular condición jurídica del espacio marítimo donde operan, se cuentan entre sus principales incentivos. Excepto el primero de ellos, que es algo que no queremos reducir sino por el contrario conservar, analizaremos el resto.


Los subsidios de los Estados de bandera

Representan una de las medidas adoptadas para mejorar la capacidad pesquera de sus flotas en aguas distantes. Préstamos, eximición de impuestos y diferentes tipos de deducciones impositivas y arancelarias, representan beneficios que persiguen garantizar que un gran porcentaje de las capturas realizadas por los buques de estas flotas, lleguen al país de su bandera dinamizando las industrias locales y aliviando la tensión producto de la escasez de recursos en zonas cercanas a sus costas.

El Acuerdo Internacional sobre Subvenciones a la Pesca aprobado en 2022 en la XII Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), representa un principio de avance para la eliminación de los subsidios dañinos a la pesca, es decir aquellos que constituyen un factor clave en el agotamiento de las poblaciones de peces en el mundo. Prohibiendo entre otras cuestiones, las subvenciones a la pesca en zonas de la alta mar que no estén gestionadas, como sucede en el área adyacente a la ZEE Argentina.

El grado de contribución a la reducción del tamaño y operación de estas flotas dependerá de varios factores, fundamentalmente, que miembros de la OMC finalmente depositen su instrumento de aceptación y cuan vinculante resulte en la práctica. De algo si estamos seguros, que el mismo no puede resolver, por sí solo, la problemática que nos afecta.

No obstante ello, debemos reconocer su importancia como acuerdo multilateral amplio e instrumento jurídicamente vinculante que proveniente de la OMC, se centra en la sostenibilidad de los océanos.


Los beneficios de transbordos en el mar

Estas actividades de transferencias de capturas de un barco a otro que se practican ampliamente en varias pesquerías del mundo, no nos deben parecer un acto inocuo, ya que a menudo se realizan en áreas alejadas del mar y de difícil acceso a las autoridades y sus controles.

Ello les permite la adulteración y omisión de datos relacionados con sus prácticas de pesca y por ello, se los asocia no sólo con altos riesgos de pérdida de la trazabilidad de las capturas permitiendo que el pescado obtenido a través de pesca ilegal se introduzca en la cadena legal de suministro, sino también, con facilitar otras actividades delictivas en el mar.

En la zona de alta mar adyacente a nuestra ZEE, los transbordos permiten a los buques pesqueros una permanencia casi ininterrumpida en tareas de pesca sin límites y, fundamentalmente, los mantiene alejados de los puertos y de sus controles, así como de todo aquello que regule, reduzca o haga más costosa su operatoria.

Esta preocupación internacional, si bien no hace ilegales a los transbordos en Alta Mar, los incluye entre los principales incentivos de la pesca ilegal. Liderados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la comunidad internacional ha reconocido la necesidad de mejorar la reglamentación, el seguimiento y el control del transbordo favoreciendo la comprensión y la gestión de estas actividades. 

La integración a mecanismos internacionales de comunicación que, establecidos formalmente, tiendan a permitir un intercambio rápido de información respecto de estas actividades en el mar y con ello a mejorar su control, pueden representar el aporte a la reducción de los beneficios que representan a los buques de estas flotas. 

La condición jurídica del área de operación

Podemos definir este área como un espacio multidimensional donde coexisten, de manera compleja, derechos y obligaciones de los Estados en torno a diversos principios internacionales que lo rigen, donde se destacan las libertades de la alta mar -especialmente de navegación y pesca-, la jurisdicción exclusiva del Estado de pabellón respecto de sus buques, la obligación convencional de todos los Estados de cooperar en la conservación y administración de los recursos vivos de la alta mar y los derechos de soberanía del Estado argentino sobre los recursos naturales del lecho y subsuelo de su plataforma continental.

A dicha condición particular se suma una colisión de intereses económicos, geopolíticos y estratégicos de nuestro país con los de otros actores, en especial el conflicto de soberanía con el Reino Unido de Gran Bretaña por nuestras Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur.

Su resultado, un área con una enorme actividad pesquera sin ninguno tipo de gestión, manejo ni ordenamiento. Donde no existen instrumentos jurídicos que permitan a la Argentina u otro Estado distinto al de bandera del buque, ejercer cualquier tipo de acción coercitiva sobre los mismos para hacer cesar o controlar esas actividades extractivas.

No resulta difícil de ver, que cualquier intento de solución a esta particular condición deberá provenir del ámbito de las relaciones internacionales en el mar. La posibilidad de acuerdos bilaterales o multilaterales con los Estados cuyos buques pescan en el área, siempre que no afecten nuestros reclamos de soberanía sobre las islas, es vista como una alternativa.

Una nueva luz de esperanza aparece en torno al Tratado de Alta Mar, instrumento de la ONU jurídicamente vinculante para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad marina de las áreas situadas más allá de las jurisdicciones nacionales.

Con sus negociaciones formales concluidas y su texto definido se abre a la firma. La creación de órganos de índole internacional con posibilidades de promover mecanismos de consulta y de toma de decisiones a nivel global, genera al menos por ahora, una perspectiva de cambio.

Aun así, mucho está por verse y analizarse sobre el mismo, si sus mecanismos son lo suficientemente inclusivos, si resguardan los derechos de los Estados ribereños y si las medidas de gestión y conservación que proponen serán suficientes para alterar el estatus quo existente en el área. El acuerdo parece representar una oportunidad para nuestro país de ser parte de un mecanismo de toma de decisiones y de gobernanza en alta mar que, al menos en la teoría, tiende a ser universal.



Concluyendo

Podremos disentir sobre la correspondencia y efectividad de las propuestas de solución presentadas, pero seguramente habrá mayor coincidencia respecto de donde deben provenir las mismas. Aún blindando nuestra frontera marítima para evitar ingresos ilegales, lo cierto es que mientras esa flota pueda permanecer y seguir pescando en alta mar en las condiciones que actualmente lo hace, nada cambiará.

Conociendo las causales principales del problema podremos adoptar medidas y políticas eficientes, partiendo de escenarios desvirtuados de la realidad y de lo que sucede, nuestras chances se diluyen.

Sabemos que la política exterior argentina se encuentra enfocada en estos instrumentos internacionales y no dudamos que es en esa línea de trabajo, donde podremos desincentivar la operación de estas flotas extranjeras.

Toda acción que se emprenda para la gobernanza de esta conflictiva zona de la alta mar, tendrá como condición indispensable para su éxito, la legitimidad internacional sustentada en un sólido conocimiento científico.


(*) Licenciado y Profesor en Geografía. Licenciado en Seguridad Marítima. Diplomado en políticas para el futuro sostenible del mar. Docente Escuela Superior de Ciencias Marinas de la Universidad Nacional del Comahue.

(**) Abogada con especialización en Derecho del Mar y Profesora Universitaria de Ciencias Jurídicas. Licenciada en Derecho por el Ministerio de Educación y Ciencias de España. Cuenta con postgrados en Recursos Humanos y en Selección, Formación y Prevención de Riesgos Laborales.


Fuente:
PREFECTURA NAVAL ARGENTINA
SECRETARÍA GENERAL
DEPARTAMENTO COMUNICACIÓN INSTITUCIONAL

martes, 29 de agosto de 2023

INFORME ESPECIAL
El Comando Conjunto Marítimo y el control de la pesca en la ZEEA

En enero de 2022, el Comando Conjunto Marítimo asumió la conducción de las operaciones de vigilancia y control de los espacios marítimos y fluviales de jurisdicción nacional. Esfuerzos coordinados para optimizar el patrullaje en la ZEEA.

El 5 de mayo de 2020, el patrullero oceánico ARA Bouchard (P-51), perteneciente a la Armada Argentina (ARA), detectaba y capturaba al potero chino Hong Pu 16 que operaba sin permiso de pesca dentro de las 200 millas que delimitan la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA). Transportaba en sus bodegas 700 kilos de calamar fresco y 300 toneladas de calamar congelado. Desde esa fecha hasta nuestros días no se han contabilizado nuevos apresamientos ni por parte de la Fuerza Naval ni por la Prefectura Naval Argentina (ARA). ¿A qué obedece esto? ¿Control más efectivo desde la creación del Comando Conjunto Marítimo, imposición de nuevo paradigma (ya no es imprescindible la captura del buque para castigar al infractor) o deficiencias presupuestarias? ¿O una combinación de estos factores? La respuesta parece estar dada por la implementación de operaciones de control, vigilancia y patrullaje combinadas y coordinadas que ya empezaron a dar resultado, disuadiendo la entrada de buques sin licencia a la ZEEA .

El ARA Bouchard (P-51) durante la captura del potero chino Hong Pu 16
(Foto: Armada Argentina)


Comando Conjunto Marítimo

El 1 de enero de 2022, el Ministerio de Defensa (MINDEF) informaba que, a partir de ese momento, el Comando Conjunto Marítimo (CCM), dependiente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerza Armadas, a través del Comando Operacional, asumía la conducción de las operaciones de vigilancia y control de los espacios marítimos y fluviales de jurisdicción nacional, con la finalidad de custodiar los intereses soberanos argentinos en el mar.

El CCM había sido creado casi un año antes, el 23 de febrero de 2021, por Resolución 244/2021, a fin de establecer un organismo capaz de conducir en forma permanente y efectiva las operaciones de vigilancia y control en los espacios marítimos y fluviales.

Dentro de las funciones establecidas para el CCM en su área de influencia destacan: la Coordinación de capacidades para optimizar el patrullaje marítimo de la ZEEA, el Planeamiento y ejecución de las tareas de búsqueda y rescate (SAR), el Control y monitoreo del tránsito marítimo, la Articulación de medios y medidas para dar respuesta efectiva a desastres naturales/ambientales y la Planificación para mejorar y reforzar el apoyo a las Bases Antárticas.

Además, gracias al convenio firmado entre los Ministerios de Defensa (MINDEF) y de Seguridad (MINSEG) de la Nación, se logró que la Armada Argentina (ARA) y la Prefectura Naval Argentina (PNA) trabajasen de forma conjunta y coordinada para de reforzar y optimizar los controles y el patrullaje en la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA). Esto permitió combinar de forma eficiente las operaciones y el uso de los medios navales, aeronavales y aeroespaciales 

Escudo del Comando Conjunto Marítimo (CCM)
(Foto: Infobae)

Un Beechcraft B-200 de la Armada sobrevuela al 
OPV ARA Piedrabuena (P-52) y al guardacostas GC-24 Mantilla
(Foto: Armada Argentina)

Medios navales y aeronavales para el control de la ZEEA

Sin lugar a duda la Armada Argentina incrementó su capacidad de patrullaje gracias a la incorporación de los OPV Clase Gowind de origen francés: ARA Bouchard (P-51), ARA Piedrabuena (P-52), ARA Storni (P-53) y ARA Contraalmirante Cordero (P-54), provistos con sensores y sistemas de armas de última generación, entre 2019 y 2022. Complementada también con el accionar de las aeronaves de vigilancia marítima Grumman S2T Tracker y Beechcraft B-200 Hurón de la Aviación Naval. Participan además regularmente de las operaciones, las demás unidades pertenecientes a la División de Patrullado Marítimo (DVPM) como las corbetas Tipo A69 y medios de la División de Corbetas (DVCB), corbetas Clase Meko 140 y de la División de Destructores (DVDE), destructores Clase Meko 360.

Los OPV Clase Gowind de la Armada Argentina constituyen los medios 
más aptos y modernos para el patrullaje de la ZEEA
(Foto: Armada Argentina)

Por su parte a Prefectura Naval Argentina mantiene su capacidad de patrullaje sostenida en los venerables guardacostas Clase Halcón de origen español: GC-24 Mantilla, GC-25 Azopardo, GC-26 Thompson, GC-27 Prefecto Fique y GC-28 Prefecto Derbes. Asimismo, cuenta con aeronaves para patrullado marítimo Casa 212-300M S68 y Beechcraft 350ER MPA King Air del Servicio de Aviación.

Los guardacostas Clase Halcón constituyen la espina dorsal de la 
Prefectura Naval para el patrullaje de la ZEEA desde hace ya 40 años
(Foto: Cedoc Perfil)

A partir del acuerdo político entre los Ministerios de Defensa, Seguridad, Cancillería y Ganadería y Pesca, la Armada Argentina y la Prefectura Naval vienen trabajando de manera coordinada. Con un alto grado de entendimiento y cooperación, se relevan mutuamente tanto en los patrullajes navales como en los patrullajes aéreos, optimizando la utilización de los recursos materiales y humanos. De esta forma ya no se producen superposiciones en el control de las 200 millas y siempre alguna de las dos fuerzas mantiene presencia efectiva en el área. Además esta coordinación la ARA y la PNA se ve enriquecida por el intercambio de información sobre la identificación, posición, rumbo y actividad, tanto de buques nacionales como de buques extranjeros, recogida por los sistemas Pollux y Guardacostas. Por otra parte se produce un interesante aprendizaje, con personal de la Armada Argentina embarcado en calidad de "observadores" en unidades de la Prefectura Naval y viceversa, cuando se llevan a cabo operaciones relacionadas al patrullaje y control de la ZEEA.

El accionar combinado y coordinados de medios de la ARA y la PNA logra
optimizar el control efectivo de los espacios marítimos
(Foto: Armada Argentina)


Medios navales y aéreos de las dos fuerzas navales se complementan
y alternan para patrullar la ZEEA de manera permanente
(Fotos: Armada Argentina / Prefectura Naval Argentina)

Sistema Pollux

Pollux es el nombre del sistema de vigilancia y control desarrollado y utilizado por la Armada Argentina en la ZEE. El mismo permite controlar la actividad pesquera y el movimientos de buques por aguas jurisdiccionales. Su sistema de procesamiento de la información permite procesar en "en vivo" las imágenes satelitales que provee la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y los datos provenientes del Sistema de Identificación Automático (AIS) y del Sistema de Identificación y Seguimiento de Largo Alcance (LRIT) de los buques. Utilizado como enlace de datos, encauza información entre distintas terminales mediante múltiples vínculos de comunicación. El sistema propietario multivínculo Pollux, desarrollado por el Servicio de Análisis Operativo, Armas y Guerra Electrónica (SIAG) de la Armada Argentina, contiene un componente satelital que permite que sus enlaces no sean totalmente dependientes de las comunicaciones radiales. Los paneles de visualización empleados en el Pollux posibilitan hacer el seguimiento tanto de embarcaciones colaborativas (con AIS encendido) como no colaborativas (con AIS apagado) que intentan ingresar de manera furtiva en la ZEEA para realizar operaciones ilegales de pesca/captura de recursos ictícolas. 

Sala de Situación del Comando Conjunto Marítimo (CCM)
(Foto: Infobae)

Además como sistema colaborativo, el Pollux posibilita que las estaciones de control en tierra firme y las unidades navales y aeronavales, asignadas a operaciones de vigilancia y patrullaje marítimo, se mantengan comunicadas e intercambien información en tiempo real por medios propios o externos. El sistema permite además realizar, gracias a su base de datos, consultas históricas, lo que ayuda a realizar un seguimiento de la actividades sospechosas o comportamientos anómalos de ciertos buques que se ubican en la milla 201, con intenciones de operar en aguas jurisdiccionales argentinas si observan condiciones favorables para realizar sus faenas de pesca. La información obtenida por este sistema perteneciente a la Armada Argentina es compartida, de ser requerido, por otros organismos estatales involucrados en la preservación de los recursos del Mar Argentino como la Prefectura Naval, el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MGAP)

Monitoreo de la posición de los pesqueros extranjeros en el área adyacente 
a la ZEEA, a través del Sistema Pollux desarrollado por la Armada Argentina
(Foto: Infobae)

Balance de gestión

En enero de 2023, se cumplió un año de la entrada en funciones del Comando Conjunto Marítimo, cuyo Centro de Operaciones se encuentra instalado en el Edificio Libertad. Durante este período se realizaron operaciones de patrullaje que implicaron 105 días de navegación, identificación de alrededor de 2.000 buques y un área de cobertura cercana a las 500 mil millas náuticas cuadradas, con especial refuerzo entre los meses de noviembre y marzo, donde se produce la mayor concurrencia de buques pesqueros extranjeros en el área adyacente al límite de la ZEEA.

Según declaraciones vertidas por el Ministro de Defensa, Jorge Taiana, en oportunidad de visitar la sede del CCM, donde fue recibido por su Comandante, el Contraalmirante Pablo Varela, el balance del primer año fue muy positivo, cumpliéndose de forma eficiente los objetivos de control y vigilancia de los espacios marítimos argentinos en coordinación con la Prefectura Naval Argentina. Destacó que el esfuerzo conjunto por parte de la Armada Argentina y la Fuerza de Seguridad Naval logró impedir el ingreso furtivo de buques no autorizados (sin licencia) a la Zona Económica Exclusiva Argentina, evitando la depredación de los recursos pesqueros. Pero reconoció también, que en la zona adyacente de la milla 201, se posiciona gran cantidad de buques extranjeros, sobre todo poteros para captura de calamar (illex argentinus), que no están alcanzados por la legislación nacional. Se calcula que entre 300 y 500 buques extranjeros (dependiendo la temporada del año), la mayoría con bandera de China, Taiwán, Corea del Sur, España y Portugal, operan regularmente en la zona denominada Agujero Azul o Frente del Talud.

 

Fuentes:
https://www.argentina.gob.ar/
https://gacetamarinera.com.ar/
https://dialogo-americas.com/
https://www.pucara.org/
https://liganaval.org.ar/
https://pescare.com.ar/

domingo, 27 de agosto de 2023

INFORME ESPECIAL
Prefectura Naval Argentina: Sistema Guardacostas aplicado al control de la pesca en la ZEEA

El monitoreo de la ZEEA ya no depende tan solo del despliegue de medios navales y aéreos. La tecnología y los sistemas de información han significado un salto cualitativo para el control efectivo de la pesca dentro de las 200 millas.

La estadística muestra que desde hace 3 años y 3 meses (mayo 2020), la Prefectura Naval Argentina (PNA) no ha apresado ningún buque pesquero extranjero por infringir la ley 24.922/1997 y operar sin licencia dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA) o 200 millas. No obstante, en el período que abarca desde el año 1986 al 2020 los buques guardacostas de la PNA habían aprehendido a un total de 80 buques infractores.

(Fuente: Prefectura Naval Argentina)

El pesquero portugués Calvao, último buque apresado, 
escoltado por el GC-27 Prefecto Fique
(Fuente: Prefectura Naval Argentina)

El ranking de capturas por buque guardacostas, lo encabeza holgadamente el GC-24 Mantilla, buque cabeza de serie de la Clase Halcón, con 27 buques apresados (33,75% del total.)

(Fuente: Prefectura Naval Argentina)

En cuanto a la bandera de los buques apresados por operar de manera ilegal (sin licencia) dentro de las 200 millas que demarcan la ZEEA, encabezan el listado países asiáticos: Corea del Sur, República Popular China y Taiwán.  

(Fuente: Prefectura Naval Argentina)

Como se desprende de la información de las estadísticas oficiales brindadas por la PNA, durante el período 2019 – 2023, se observa una marcada tendencia descendente en los números que registran el patrullaje de los espacios marítimos de la ZEEA por parte de los buques guardacostas de la fuerza. Se produjo un notable descenso en todos los ítems: cantidad de patrullajes marítimos, días navegados, millas náuticas patrulladas y millas náuticas cuadradas abarcadas.

 

(Fuente: Prefectura Naval Argentina)

En las estadísticas oficiales de la PNA, que abarcan el mismo período, pero registran el patrullaje de unidades aéreas se observa un nivel parejo de actividad durante los años 2020, 2021 y 2022; pero un abrupto descenso en lo que va de 2023.

 

(Fuente: Prefectura Naval Argentina)

Esta merma en los patrullajes puede obedecer a varios factores. Uno de ellos es sin dudas el operativo-presupuestario. Otro, es el Convenio Marco de Coordinación y Cooperación firmado entre el Ministerios de Defensa y la cartera de Seguridad, que establece un patrullaje permanente y alternados entre la Armada Argentina (ARA) y la Prefectura Naval Argentina (PNA) para el control de la actividad pesquera en la ZEEA y en la adyacente. El mismo, mejora la coordinación y optimiza los controles y patrullajes con medios navales y aeronavales, evitando el solapamiento y el despilfarro de recursos. Por último, el desarrollo del Sistema Guardacostas de la PNA, tecnología aplicada al control de los espacios marítimos y sus recursos, significó un aporte fundamental más allá del patrullaje realizado a través de unidades de superficie y aéreas, que de todas formas sigue siendo fundamental.

SISTEMA GUARDACOSTAS

El Guardacostas es un sistema integral de vigilancia electrónica aplicado al control y vigilancia del mar. Este Sistema de Información Geográfica (SIG) permite acceder a toda la información disponible relacionada con el movimiento, datos técnicos y de gestión de los barcos que navegan por el mundo desde una única plataforma. En cuanto al tema específico que nos ocupa, permite ejercer el control del límite exterior de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) a fin de prevenir la incursión de buques extranjeros que operan en el área adyacente a ésta.

(Fuente: Prefectura Naval Argentina)

El Sistema Guardacostas permite el almacenamiento de información para la localización de buques de distintas fuentes como ser: 

  • Sistema de Identificación Automática de Buques (AIS), costero y satelital.
  • Sistema Satelital Control Pesquero (SSCP)
  • Sistema de Identificación y Seguimiento de Largo Alcance (LRIT)
  • Sistema de Movimiento de Buques Pasajeros y Cargas (MBPC)
  • Sistema de Monitoreo e Identificación Radar/AIS (MIRA)
  • Imágenes satelitales del tipo SAR (Radar de Apertura Sintética) del CONAE
  • Sensores de estaciones costeras (Centro de Servicios de Tráfico Marítimo, VTS)
  • Sensores especiales de buques y aeronaves propios.

La incorporación de las imágenes satelitales de tipo SAR (Radar de Apertura Sintética) que son provistas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), fueron fundamentales para el sistema, porque permiten ubicar embarcaciones independientemente de los sistemas de posicionamiento que utilizan, y detectar a los buques “no colaborativos”, o sea aquellos que apagan sus sistemas para ocultar su presencia en la zona de pesca restringida por ley.

(Fuente: Prefectura Naval Argentina)


Ya en
2018, el entonces Sistema Guardacostas Pro, desarrollado entre la Prefectura Naval Argentina y la empresa Aeroterra, fue reconocido internacionalmente, al recibir el Premio Especial al Logro GIS (Sistema de Información Geográfica) en la Esri User Conference 2018, siendo el seleccionado entre más de 300.000 candidatos posibles.

El sistema es dinámico, es decir, que se procura mejorarlo, perfeccionarlo y mantenerlo actualizado para sus prestaciones de acuerdo con las nuevas tendencias tecnológicas y desafíos que se plantean. En la actualidad se está trabajando en la utilización de Inteligencia Artificial (AI) para poder identificar a buques pesqueros no habilitados a operar dentro de la ZEEA. El uso de este tipo de tecnología permite, por ejemplo, identificar patrones de comportamiento anómalo o sospechoso de los buques extranjeros que merodean la milla 201, reconocer su identidad y comprobar si posee o no licencia para ejercer la actividad.

La información suministrada en el esquema inferior proviene de los controles realizados en el periodo comprendido entre el 01/11/2022 al 01/07/2023.

(Fuente: Prefectura Naval Argentina)

Sus tableros de control permiten una visualización en tiempo real de los datos relevantes para un control efectivo y eficiente del litoral marítimo, lo que permite optimizar la gestión de la información para la mejor toma de decisiones y dar respuesta rápida a los potenciales ilícitos por parte de buques extranjeros. De esa forma contribuye también a la efectividad y optimización de las tareas operativas y a la racionalización de los medios avocados al patrullaje y vigilancia de la actividad pesquera dentro de la ZEEA. Asimismo, es un herramienta importante para la seguridad de la navegación y la salvaguarda de la vida humana en alta mar. 

Es de esperar que este avanzado sistema tecnológico sea acompañado, en un futuro próximo, con medios modernos y avanzados, más acordes a los tiempos que corren y con proyección a futuro. Esto es la adquisición de nuevos buques guardacostas tipo OPV (Offshore Patrol Vessels) con helicópteros embarcados y dotadas de RIBs para abordajes, así como también de avanzados aviones de vigilancia marítima con sensores que permitan un control efectivo y permanente del amplio sector marítimo a patrullar. Por supuesto, el material debe ser acompañado de una firme decisión política y de un presupuesto acorde que garantice su logística, mantenimiento y operatividad en tiempo y forma.


Fuentes:
https://www.argentina.gob.ar/prefecturanaval
https://www.zona-militar.com/
https://www.aeroterra.com/



sábado, 26 de agosto de 2023

INFORME ESPECIAL
Prefectura Naval Argentina, la pesca ilegal en la ZEEA y el cambio de paradigma

Ya no es imprescindible la captura del buque infractor. Herramientas jurídicas y de cooperación internacional obligan a que el armador del buque pague por la infracción y el delito cometido.

Unos 80 buques pesqueros extranjeros que operaban de manera ilegal en la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA) fueron apresados ​​​​por buques guardacostas de la Prefectura Naval Argentina (PNA) durante el período 1986 – 2020, en aplicación de las leyes 17.500/1967 (Ley de Pesca) y 24.922/1997 (Régimen Federal de Pesca).

Para cumplir las tareas de patrullaje marítimo en la ZEEA, que abarca una superficie de 950 mil km2, la PNA cuenta con cinco (5) buques patrulleros Clase Halcón y dos (2) aeronaves de vigilancia marítima; una cantidad de medios exigua y que requiere de una renovación urgente.

Los guardacostas B119 Clase Halcón (GC-24 Mantilla, GC-25 Azopardo, GC-26 Thompson, G-27 Prefecto Fique, GC-28 Prefecto Derbes) llevan ya cuarenta de servicio activo (fueron incorporados entre 1982 y 1983) y no se avizora su reemplazo en el corto / mediano plazo. Sería necesaria la adquisición de al menos un número similar de buques patrulleros de alta mar (OPV), de construcción nacional (de diseño propio o bajo licencia) o extranjera. Hay una gran oferta de este tipo de buques por parte de astilleros de todo el mundo e incluso se ha recibido una propuestas del nacional Astillero Río Santiago (proyecto OPV-80/BOM-85). De hecho, la Armada Argentina incorporó en los últimos años cuatro (4) OPV Clase Gowind de origen francés, construidos por Naval Group, que serían una opción de compatibilidad logística y operativa entre la fuerza naval y la fuerza de seguridad.

Dos de los guardacostas Clase Halcón de la Prefectura Naval Argentina
Fuente: https://www.argentina.gob.ar/prefecturanaval)


Por otra parte, las  aeronaves de vigilancia marítima de la PNA se reducen al CASA 212-300M (PA-73) en servicio desde 1989 y al Beechcraft 250ER MPA King Air (PA-22) incorporado en 2013.

Hay que decir sin embargo que esta falta/obsolescencia de medios modernos tiene como contrapunto, estos últimos años, el salto tecnológico que supuso para el control la implementación del Sistema Guardacostas. El mismo fue espacialmente desarrollado para realizar el monitoreo y seguimiento de los buques en el Mar Argentino. Posee además capacidad de detección de aquellos buques clasificados como "no colaborativos", o sea aquellos que apagan sus equipos de Identificación Automática (AIS, Automatic Identification System) para no ser detectados ni identificados, porque emplea imágenes satelitales que suministra la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).

Sala de monitoreo y control del Sistema Guardacostas de la Prefectura Naval
(Fuente: https://www.argentina.gob.ar/)

El SG monitorea el movimientos de los buques nacionales y extranjeros en tiempo real
(Fuente: https://www.argentina.gob.ar/)

Por otro lado, según lo establecido en el Convenio Marco de Coordinación y Cooperación entre los Ministerios de Defensa (MINDEF) y el Ministerio de Seguridad (MINSEG), el control de la actividad de pesca en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y adyacente debe ser realizado mediante el patrullaje permanente y alternado entre el Comando Conjunto Marítimo (CCM) y la Prefectura Naval Argentina (PNA). Por lo tanto, unidades navales y aeronavales de la Armada Argentina (ARA) también están avocadas a estas tareas de control. Estos son los patrulleros oceánicos ARA Bouchard (P-51), ARA Piedrabuena (P-52), ARA Storni (P-53) y ARA Contraalmirante Cordero (P-54); y los aviones de vigilancia marítima Grumman S2T Tracker y Beechcraft B200 Hurón.

Formación de patrulleros oceánicos Clase Gowind de la Armada Argentina
(Fuente: https://gacetamarinera.com.ar/)


Este control y monitoreo permanente ha permitido, según datos oficiales del Comando Conjunto Marítimo (CCM), que durante el 2022 no se hayan detectado ingresos de buques ilegales dentro del área no permitida. Operando dentro de las 200 millas, únicamente los buques que cuenten con licencia de pesca, autorizados por la Subsecretaría de Pesca de la Nación.

EL NUEVO PARADIGMA. 

Las “grandes ciudades flotantes en el mar argentino”, es la frase que suelen utilizar los medios de comunicación nacionales, para referirse a las grandes flotas de buques poteros (dedicados a la captura de calamar) extranjeros que realizan sus faenas en alta mar. Éstas realmente existen, pero operan fuera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de nuestro país, en la denominada "milla 201"Allí, en mar abierto y aguas internacionales, tienen la libertad de pesca, por lo que no se la considera pesca ilegal. Esa libertad, de todas maneras, no es absoluta, sino que resulta condicionada al respeto de las otras disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR) relativas a la conservación y a la administración de los recursos vivos del mar. Y aquí se abre un vacío legal, porque se produce una depredación de los recursos del ecosistema marino, sin que pueda accionar para contrarrestarla la Autoridad Marítima. Según la OPRAS (Organización para la Protección de los Recursos Pesqueros en el Atlántico Sur) hasta 300 buques extranjeros han llegado a pescar entre 500.000 a 1.000.000 de toneladas por año de recursos pesqueros (calamar, merluza, toothfish, abadejo, hoki, etc) fuera de la jurisdicción nacional,

Vista aérea de una "Ciudad flotante" en la milla 201, fuera de la ZEEA
(Fuente: https://www.clarin.com/)

Vista de una "ciudad flotante" en la milla 201 desde una embarcación
(Fuente: https://www.lacapitalmdp.com/)

El guardacostas GC-27 Prefecto Fique frente a la flota potera en la milla 201
(Fuente: https://www.lanacion.com.ar/)

Es cierto, sin embargo, que hay un gran historial de buques pesqueros extranjeros que han violado la ZEEA realizando operaciones de pesca no permitidas, sobre todo de China, TaiwánCorea del Sur y España. En la prensa suelen aparecer noticias vinculadas a busques pesqueros infractores que se dan a la fuga luego de ser perseguidos por unidades de la Prefectura Naval Argentina (PNA). Es también habitual encontrar en foros y redes sociales, pedidos/exigencia de hundimiento de pesqueros ilegales, ametrallamiento o cañoneo. La realidad es muy distinta. En verdad, de acuerdo con determinadas circunstancias, es la misma Prefectura quien decide cesar la persecución. Esto sucede porque, al evaluar la situación operativa, muchas veces se considera que una escalada en el uso de la fuerza por parte del buque guardacostas, puede dar lugar a un riesgo excesivo y no deseado. De esta manera se minimizan los potenciales riesgos que estas persecuciones pueden generar sobre los buques involucrados y sus tripulaciones, y se actúa en plena consonancia con el derecho del mar. Lo anterior, no quiere significar que la infracción y desobediencia a la autoridad del buque extranjero, quede impune. Finalizada la persecución en caliente y contando con los medios de prueba suficientes para probar la existencia de la infracción pesquera y el posterior delito de resistencia a la autoridad, se da intervención a la Justicia Federal. Con estos elementos, ésta puede dictar el correspondiente “pedido de captura internacional” por el delito de atentado y resistencia a la autoridad (Art. 239º del Código Penal de la Nación).

La existencia de estas herramientas jurídicas y de cooperación internacional hacen que ya no sea imprescindible la persecución indefinida o la captura del buque infractor. Contando con los datos y pruebas documentadas, es posible hacer responder al armador del buque por la infracción y el delito cometido.

CASO TESTIGO I: HUA LI 8.

El caso testigo se dio con el buque potero Hua Li 8 de bandera china, a fines de febrero de 2016, cuando fue descubierto operando ilegalmente, dentro de la ZEEA, por el Guardacostas GC-26 Thompson. Con las luces de las poteras encendidas, ancla de capa y al garete, era evidente no estaba en navegación de paso inocente. Siguiendo el protocolo de detección de buques que operan ilegalmente en nuestras aguas territoriales, se le dio la orden de cesar su actividad y permitir su inspección y abordaje por parte del personal del guardacostas. Haciendo caso omiso, el capitán del potero chino puso rumbo este para evadir el accionar de la autoridad marítima y darse a la fuga. Se inició entonces una persecución en caliente que duró varias horas e incluyó disparos de advertencia. Evaluando, el Comandante del GC-26 Thompson que, prolongar la caza del potero carecía de sentido y podía provocar riesgos innecesarios en alta mar, y que disponía de la información y documentación suficiente como para probar la infracción y el delito cometido, ordenó el abandono la persecución. A partir de allí y gracias a los oficios de la Prefectura Naval Argentina ante la Justicia Federal e Interpol, se logró que dos meses más tarde, a fines de abril de 2016, el Hua Li 8 fuera atrapado por dos buques de guerra de la Armada de Indonesia, que pocos días antes había recibido alerta donde se informaba que el potero chino surcaría por aguas del Estrecho de Malaca. Los cargos por los que se dictó el “pedido de captura internacional" fueron resistencia a la autoridad y pesca ilegal en la ZEEA. Tras su acompañamiento a puerto, por pedido de la Justicia argentina, se procedió a la inspección de la nave y a la toma de declaración de sus 29 tripulantes (25 de nacionalidad china y 4 indonesios). Siete meses después, en noviembre de 2016, el armador chino, dueño del Hua Li 8 pagó la multa de $10.000.000 (monto máximo fijado por la Ley 24.922, Régimen Federal de Pesca, unos USD 650.000 a la conversión del tipo de cambio de entonces) a la Secretaría de Pesca, más los gastos del operativo de la Prefectura Naval Argentina. Fue así que se creó un precedente o “Leading case” que marcaría el rumbo de los procedimientos futuros. 

(Fuente: https://www.argentina.gob.ar/prefecturanaval)

Video indonesio donde se documenta la captura del potero chino Hua Li 8
(Fuente: YouTube / Mukhtar APi)

La tripulación del Hua Li 8 detenida por las autoridades indonesias
(Fuente: https://revistapuerto.com.ar/)

CASO TESTIGO II: LU RONG YUAN 668.

Un caso similar ocurrió en el año 2020. El 28 de abril de ese año el guardacostas GC-27 Prefecto Fique de la PNA, detectó al buque potero Lu Rong Yuan Yu 668, de bandera china, operando a unos 390 kilómetros de Puerto Madryn. La embarcación fue sorprendida con todas sus luces de atracción encendidas y sus poteras desplegadas y en pleno funcionamiento. Se activó entonces desde el guardacostas el protocolo de disuasión para que cesara su actividad y se sometiera a registro en inspección. Desde el GC-27 se realizaron infructuosas llamadas por radio, señales sonoras y visuales que fueron ignoradas por el capitán del barco chino, que apagó las luces de pesca y puso rumbo de navegación hacia mar abierto, buscando salir de la ZEEA de las 200 millas y escapar de la Autoridad Marítima.

Se inició entonces una persecución en caliente con el apoyo del avión de patrullaje marítimo Beechcraft 350 ER MPA Super King Air (PA-22) de la Institución. El potero chino, haciendo caso omiso a las advertencias, continuó su huida hacia aguas internacionales. Tras varias horas de seguimiento y en medio de un temporal de vientos fuertes y oleaje embravecido, el comandante del Prefecto Fique dio por finalizado el operativo, para preservar las embarcaciones y fundamentalmente la vida de las tripulaciones. Ya contaba con identificación positiva del buque y con las pruebas necesarias para incriminarlo, por lo que al llegar a puerto inició un sumario administrativo y judicial por infracción al Régimen Federal de Pesca y por resistencia a la autoridad dentro de la ZEEA.

Dos semanas más tarde, el 13 de mayo de 2020, el Lu Rong Yuan Yu 668 se entregó voluntariamente y de manera sorpresiva a las autoridades, ingresando al Golfo Nuevo escoltado por el guardacostas GC-28 Prefecto Derbes, que había salido de patrulla una semana antes, y por el avión de patrullaje PA-22. El juez interviniente ordenó que el buque no amarrara en los muelles, sino que permaneciera en la rada de Puerto Madryn para ser abordado e inspeccionado. El abogado representante de la empresa armadora reconoció que el cambio de estrategia de su defendida tenía como objetivo de fondo evitar que la Justicia Federal argentina lanzara una captura internacional, que podía afectar por un período indeterminado las operaciones de captura de calamar del buque infractor. 

Finalmente, el 3 de junio de 2020, tras una permanencia de dos semanas en la rada y el pago de 35 millones de pesos (unos USD 500.000 al tipo de cambio oficial de esa fecha), el Lu Rong Yuan Yu 668 fue liberado y volvió a mar abierto. El monto total se conformó de la siguiente manera: 15 millones de pesos correspondientes a la multa por infracción a la ley de pesca, 15 millones de pesos por pago de la mercadería hallada en sus bodegas (como opción a su incautación), y 5 millones de pesos por los gastos operativos en los que incurrió la Prefectura Naval por persecución, acompañamiento y custodia. 

El Lu Rong Yuan Yu 668 siendo interceptado por el GC-27 Prefecto Fique
(Fuente: Prefectura Naval Argentina)

El potero chino Lu Rong Yuan Yu 668 en la rada de Golfo Nuevo con custodia de PNA
(Fuente: Prefectura Naval Argentina)

Fuentes:

https://www.argentina.gob.ar/prefecturanaval
https://www.fuerzas-armadas.mil.ar/
https://revistapuerto.com.ar/
https://www.nuestromar.org/
https://www.argentina.gob.ar/armada
https://www.infobae.com/
https://pescachubut.ar/
https://radio3cadenapatagonia.com.ar/