LA TRAGEDIA DEL ARA SAN JUAN
La Fuerza de Submarinos ante su hora más difícil
Por Fuerzas
de Defensa Argentinas (Facebook)
(Reproducción en este blog autorizada por
el autor)
La tristeza por la pérdida del ARA “San Juan” y sus
44 tripulantes no debería impedirnos reflexionar sobre la situación que
atraviesa el Comando de la Fuerza de Submarinos (COFS), el cual ha quedado
virtualmente reducido a la nada desde el punto de vista operativo.
>> Una imagen que ya no será. El ARA "Santa Cruz", el ARA "San Juan" y el ARA "Salta" navegando juntos en superficie en Junio de 2014
(Foto: Martín Otero)
(Foto: Martín Otero)
SITUACIÓN ACTUAL
Luego de la pérdida del ARA “San Juan” el Comando
de la Fuerza de Submarinos quedó reducido a tan solo 2 (dos) unidades, ninguna
de las cuales está hoy operativa. La primera de ellas es el submarino Clase IKL
U209/1200 ARA “Salta”, está unidad fue incorporada al servicio activo en el año
1974 y su baja está prevista para el año próximo. La segunda unidad es el
submarino Clase TR-1700 ARA “Santa Cruz”, esta unidad (gemela del ARA “San
Juan”) se incorporó al servicio activo en el año 1984 y actualmente se
encuentra siendo sometida a trabajos de mantenimiento general y cambio de
baterías en las instalaciones del Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR),
la fecha prevista de finalización de dichos trabajos es el segundo trimestre del
año 2019.
A esto se debe sumarle la carencia de un buque de
apoyo/rescate de submarinos, contar con un buque propio de estas
características es vital como lo demostraron los recientes hechos de público
conocimiento.
CONTEXTO
Si bien la tragedia del ARA “San Juan” hizo visible
para la sociedad en general todas las carencias materiales y operativas que
padecen las Fuerzas Armadas así como los miserables recursos que el Estado
Nacional asigna a la defensa nacional no está claro si este impacto logrará ser
duradero o tan solo pasajero y limitado a lo que dure en el ánimo social la
consternación por lo ocurrido con el “San Juan” y sus tripulantes.
En un ámbito de crisis fiscal y donde la clase
política no percibe a la defensa como un asunto prioritario es altamente
improbable que el Gobierno Nacional esté dispuesto a invertir en adquirir
nuevas unidades.
El submarino es un arma de carácter estratégico de
enorme poder, el solo conocimiento de su existencia (siquiera su despliegue a
determinada área) es suficiente para servir como elemento disuasivo ante
eventuales oponentes, por desgracia, también es un arma costosa, con valores
que oscilan entre los 400 y los 600 millones de dólares por unidad.
Es, se reitera, muy improbable que un gobierno
reticente a efectuar inversiones mucho más modestas en materia de defensa esté
dispuesto a destinar los recursos y a hacer frente al previsible costo político
de efectuar una compra de este tipo.
POSIBILIDADES
Ante esta situación existen dos posibilidades, la
primera es la fatal, que la pérdida del ARA “San Juan” haya sido un golpe
mortal para la Fuerza de Submarinos y que la misma, sin recursos para nuevas
unidades y con las actuales ínfimas en número y obsoletas, se encamine
aceleradamente a su extinción.
La segunda es buscar una solución posible, que
permita subsistir a la Fuerza de Submarinos con un nivel de operatividad
decente hasta que existan las condiciones económicas y fundamentalmente
políticas para un auténtico plan de reequipamiento.
La Armada Argentina junto con el CINAR tiene desde
hace tiempo la intención de culminar la construcción del submarino Clase
TR-1700 ARA “Santa Fe”, el mismo se encuentra almacenado en el CINAR con un
grado de completamiento del 75% desde que su construcción se detuvo en el año
1987.
Los fundamentos para este proyecto son sólidos,
para empezar los submarinos clase TR-1700 siguen estando entre los mejores del
mundo en características tales como profundidad máxima operativa, autonomía,
maniobrabilidad o velocidad en inmersión.
Esas características de base, junto con nuevos
sensores y armamento así como la adopción de tecnologías de propulsión
independiente de aire (AIP por sus siglas en inglés) transformarían al “Santa
Fe” en una unidad igual o incluso más capaz que cualquier otra de la región,
así mismo el costo de los trabajos está evaluado en entre 70 y 100 millones de
dólares, solo una fracción de el costo de adquirir un submarino en el exterior.
Estos trabajos, que lógicamente se haría con el
apoyo y supervisión de la empresa diseñadora de los TR-1700, o sea la alemana
Thyssen, permitirían también al CINAR estar mejor preparado para encarar
eventuales proyectos y trabajos futuros en el área pensando en el momento en el
cual existan recursos y apoyo político para encarar una renovación completa de
las unidades submarinas.
Así mismo podría aprovecharse la estadía del “Santa
Cruz” en el CINAR para no tan solo efectuarle tares de mantenimiento general y
cambio de baterías, sino también para efectuar una modernización completa de
sus sensores y sistemas electrónicos, esto lógicamente encarecería el costo
previsto de los trabajos, pero permitirá contar con una unidad completamente
renovada cuando esta se reincorpore al servicio activo.
Respecto al ARA “Salta”, se debería hacer una
evaluación técnica del mismo y considerar su empleo como unidad escuela o de
instrucción, dado que si bien es completamente obsoleto para misiones de
combate aún podría ser de utilidad para tareas de instrucción del nuevo
personal.
Finalmente, podría ejecutarse el proyecto de
transformar al aviso Clase Neftegaz ARA “Bahía Agradable” en un buque de apoyo
de submarinos, esta alternativa ofrece la ventaja de no tener que destinar
fondos a la adquisición de un buque para esta tarea, teniendo que destinarse
recursos solo para la adquisición de equipamiento y para efectuar eventuales
modificaciones en la nave.
Como se puede ver, acciones de este tipo distan
mucho del ideal, pero justamente no se trata de lo ideal, sino de lo posible
para evitar la eventual desaparición de uno de los componentes de la Armada,
algo que hoy parece peligrosamente más cerca que nunca.