Defensas costeras
en Tierra del Fuego. Las Baterías de Ushuaia y el Canal Beagle
Por CF
(ARA) Alberto Gianola Otamendi – colaboración especial [1]
Nuestra Nación no es grande por casualidad,
su tamaño se ha ganado palmo a palmo con el heroísmo generalmente anónimo de
los verdaderos próceres que conquistaron nuestra independencia, de los que la
defendieron de agresores extranjeros y del asalto desde su interior, como
también de los pioneros que poblaron sus lugares más remotos.
A lo largo de nuestra vida como país la
amenaza de esos ataques y el requerimiento de defender lo que ya era nuestro
fue casi constante, tanto como la escasa atención política de esa necesidad. La
custodia de la Patria tiene un largo historial de diario sacrificio, que pasa
rápidamente al olvido y los ciudadanos dan por hecho lo que para otros fue una
dura conquista o tesonera vigilia.
>> Montaje bitubo Bofors de 40mm de la Batería "25 de Mayo" en Almanza
(Fuente: mensajerodelrio.blogspot.com.ar)
Incluso en la Armada , muchas veces, en la
vorágine de las actividades cotidianas se va descuidando la atención a los
aspectos históricos que sirven de precedente a nuestra actividad. Simultáneamente,
por la alta rotación del personal militar en los cargos, se pierden
progresivamente documentos y datos que permiten resguardar esa valiosa
información.
La historia evoluciona y los conflictos de
ayer, gradualmente superados por la vía diplomática, sólo quedan en la memoria de los antiguos
pobladores y veteranos de las dotaciones anteriores de las unidades que
sirvieron entonces de centinelas de los intereses de la patria. La mayor parte
de esas unidades ya han sido radiadas y el personal ha fallecido o pasado a
retiro.
Las nuevas generaciones, con otras urgencias
y preocupaciones, transitan junto a vetustos esqueletos de armas y
edificaciones, indiferentes de su utilización y sentido. Seguramente esos
vestigios ni siquiera alcanzan a despertar su interés, carentes del brillo y
llamativa presentación de los medios de nuevas tecnologías, que operan en sus
medios más modernos o los que conocen por la bibliografía de estudio del
presente.
Así, se pierden definitivamente sitios y
enseñanzas aprendidas antaño por la dura vía de la experimentación y del error,
se desvaloriza el tesonero trabajo de nuestros predecesores y el aprecio de las
rudas condiciones en que vivieron y sirvieron. Se adopta lo actual como natural
y normal.
Un brevísimo raconto de un pasaje de la
tradición de nuestra Armada en la Isla
Grande de Tierra del Fuego nos remite a los días del
conflicto con la República
de Chile por la delimitación del Canal Beagle y la implicancia sobre los
derechos de soberanía sobre las islas Picton, Lennox y Nueva, además del grupo
vecino al Cabo de Hornos.
Esta situación llevó a una escalada militar
que fue detenida en los días previos a la Navidad de 1978 por la mediación de S.S. el Papa
Juan Pablo II, por la acción de su delegado, el Cardenal Samoré, horas antes de
las acciones de guerra previstas por ambas partes.
De aquel período, quedan en algunos lugares
de Ushuaia, Almanza y su entorno, huellas que sólo advierte el ojo perspicaz
del observador inquieto. Restos que sólo podrá entender quien haya conocido el
cuadro de situación que se vivió entonces.
En ayuda a esos espíritus curiosos, hemos rescatado
la historia del armado del sistema defensivo argentino del sur de la Isla Grande de Tierra
del Fuego.
Las defensas costeras de
Ushuaia y el Canal Beagle
Cuando hablamos de defensas
terrestres, la reciente novela de Arturo Pérez Reverte “El Asedio”, nos ilustra
magistralmente acerca de las vicisitudes de una ciudad sitiada, refiriéndose al
acoso francés a la ciudad de Cádiz en 1811. De igual modo que las murallas
gaditanas, gran cantidad de baluartes y dispositivos defensivos han hecho
historia; muchos se conservan aún.
Aparte de los conocidos
castillos medievales europeos, podemos permitirnos citar algunos ejemplos de
fortalezas, las líneas francesas Maginot en el frente con Alemania (1931) y la
Alpina en la frontera con Italia; la alemana línea Sigfrido opuesta a la primera
y su predecesora homónima de 1916, la famosa Muralla del Atlántico en Normandía
(1942 a 1945), la Panther-Wotan del frente oriental germano, sobre el río
Dniéper (1943), las líneas Gustav y Bernhardt del III° Reicht (en Italia,
1943), el fuerte Eben-Emael de Bélgica (1931-1940), la línea Mannerheim de
Finlandia (1921-1940), y los fuertes de la costa este de los Estados Unidos
siguen en pie. Hubo incluso fortalezas marítimas, construidas sobre rocas (p.e.
Fort Boyard, francés) o sobre plataformas artificiales (como los fuertes
Maunsell de Gran Bretaña).
Estas complejas obras de
ingeniería, que los diseños del mariscal napoleónico Sebastien Bauban y el
ingeniero francés Marqués René de Montalembert [2] transformaron en una ciencia particular, costosa y sofisticada, se han
preservado como museos, parques y reservas naturales.
En Latinoamérica se conocen los
fuertes de Puerto Rico (San Felipe), Santo Domingo, Haití, Montevideo, El
Callao (Perú), Valdivia (Chile) y Río de Janeiro (Brasil), por citar algunos
ejemplos que han adquirido fama turística, aunque otrora cada ciudad y puerto
era defendido por bastiones y murallas artilladas.
Incluso los hubo en nuestro
propio país, aunque la mayoría de ellos hayan sido derribados para dar cabida
al crecimiento urbano (el fuerte de Buenos Aires y la Fortaleza Protectora
Argentina de Bahía Blanca son elocuentes demostraciones de ello). Sin embargo,
hay algunas excepciones como la pequeña batería de la Ensenada de Barragán de
la época colonial [3],
que se conformó en un sitio histórico municipal. De igual modo, se conservan
modestas reconstrucciones de algunos
fortines del trazado de la zanja de Alsina y de otros de las campañas contra
los malones indígenas.
>> Antiguo cañón colonial en Ensenada Barragán (Fuente: viajeros.com)
Otro caso más sofisticado en nuestro
territorio es el monumental frente de baterías costeras amuralladas en la ría
de Bahía Blanca de 1898 [4],
levantada durante la génesis de los desacuerdos con Chile en el siglo XIX. Una
de sus baterías, completa, fue transformada en Museo de la Infantería de
Marina. Lamentablemente esa ciudad bonaerense no ha conservado la Fortaleza
Protectora Argentina, erigida en el centro de su casco urbano para contrarrestar
los malones indígenas que la asolaban desde el sur y el oeste.
>> Cañón Krupp de 240mm de la Batería Costera ubicada en la Ría de Bahía Blanca en 1898
>> Los cañones de costa Krupp fueron montados en cureñas que se desplazan sobre rieles.
>> La batería costera de Bahía Blanca se complementa con un complejo de casamatas
La Argentina, en Tierra del
Fuego, tiene sus propios tesoros ocultos, que guardan su esencia de pionera
austral. En Ushuaia y en el precario puerto de Almanza, quedan todavía las
huellas de la determinación de la nación por resguardar su territorio, con
sendas baterías.
En este mismo marco geográfico sureño,
la República de Chile hizo lo suyo en la vecina base naval de Puerto Williams,
en la Isla Navarino con el emplazamiento de obuses [5] de Punta Trucco y Caleta
Róbalo, frente a Almanza y de Santa Rosa, canal de por medio con Ushuaia.
Como dijimos antes, la
protección de los accesos marítimos por el Canal Beagle a Ushuaia fueron
cerrados desde ambas direcciones, con defensas costeras artilladas, que la
protegían de la incursión por superficie de naves chilenas. Una de ellas,
iniciada en 1968, la batería Libertad, cubría el acceso oeste y el Paso Murray,
mientras que en 1977 se montó otra para obstaculizar el ingreso oriental, por
el Paso Mackinlay, la batería Independencia, en Almanza.
Estas
dos (2) grandes baterías de cañones antisuperficie eran complementadas por otros
tres (3) cañones móviles de 105 mm sin retroceso Czekalski de dotación de la
Compañía de Infantería de Marina que brindaba seguridad a la Base Naval Ushuaia
Almirante Berisso [6] (y se mantenían en reserva en la para el despliegue oportuno, si se
producía un desembarco o incursión anfibia), un dispositivo antiaéreo, un plan
de minado marítimo (para ser realizado si se iniciaban acciones bélicas
efectivas). Ello se sumaba al despliegue de una fuerza naval de superficie (Agrupación
de Lanchas Rápidas), una escuadrilla helicópteros aeronavales de ataque (EAH1),
una unidad de Infantería de Marina (BIM 4) y un batallón de fuerzas especiales
de la Prefectura Naval (el recientemente creado Batallón Albatros) para cubrir
los espacios terrestres y objetivos vitales.
En la mitad boreal de la isla, se
desplegó la Brigada de Infantería de Marina al mando del Contraalmirante
Abriata. Su orden de repliegue, al finalizar la operación, incluía la directiva
expresa de tapar todas las fosas y trincheras, remover los obstáculos contra blindados
y volver las instalaciones y campos a su estado original. Salvo algunos búnkers
abandonados, sólo quedan allí, pintados de blanco en los techos de sus galpones
de esquila, los números asignados a las estancias para identificación y
orientación de los pilotos aviadores, cruces rojas en los hospitales y
banquinas ensanchadas para aterrizaje, en la ruta nacional.
Hacia fines del año 1978, cuando el
desenlace militar era casi un hecho, se había completado la formación de dos (2) baterías principales (Libertad y 25 de Mayo) con 4 piezas Bofors de 105/41 mm
cada una y defensa aérea de 40/60 mm (tres en la primera y dos en la segunda de
ellas), además de otros dieciséis cañones antiaéreos en los demás objetivos en
torno a la ciudad de Ushuaia y otras armas menores, con sus depósitos de
munición, centrales de dirección de tiro y refugios para el personal de
servicio de pieza, demostrando estar listas para la defensa de la ciudad.
Características
de las baterías y sus armas
1. Batería Libertad
Esta batería [7] fue armada a partir de febrero
del año 1968, luego del provocativo ingreso a aguas interiores argentinas, en
la Bahía de Ushuaia, de la lancha torpedera Quidora de la Armada de Chile.
La primera medida posterior al
citado incidente, fue instalar un (1) cañón de 40/60 mm [8] en la península del
viejo aeropuerto, con guardia permanente con comunicación telefónica alámbrica
con la Central de Operaciones de Combate (COC) de la Base. Otras disposiciones
presidenciales (del Gral. Juan Carlos Onganía) destinaron a esa ciudad austral
dos lanchas torpederas argentinas (ARA "ALAKUSH" y ARA "TOWWORA"), las que
conformaron las primeras unidades de combate con asiento permanente en el sur
argentino y fueron la cimiente de la Agrupación de Lanchas Rápidas.
Luego se instaló en la cima de
Monte Gallinero (un sector alto en el límite oeste del ejido urbano de
Ushuaia), desde principios de los años ‘70 sobre la base de los famosos cañones
alemanes antitanque Krupp de 88
mm (Flak 18/36/37/41). Uno de ellos permanece como
elemento decorativo en el mástil interno de la
Base Naval Ushuaia, otros ornamentan la
plaza de armas del BIM 5 en Río Grande.
>> Cañón Krupp de 88 mm. Expuesto en la Base Naval, junto al presidio-museo
En los prolegómenos
del momento más álgido de tensiones, en 1978, se modernizó el complejo,
cambiando sus cuatro (4) piezas principales por cañones Bofors de 105/41mm [9], de torre acorazada.
>> Cañón de 105 mm de la Batería en acopio en la BNUS (año 2009)
Los montajes
de recambio fueron traídos desde el Taller de Armas Navales (o estaban
depositados en la Base )
y pertenecieron a unidades de mar radiadas del servicio activo (las viejas fragatas "Piedrabuena", "Heroína", "Sarandí", "Hércules" y el rastreador "Azopardo"). Los tres (3) afustes antiaéreos Breda Bofors de 40/60mm tipo “B” dobles (bitubo,
estabilizados transversalmente y con corazas de 5mm.) artillaban originalmente
–en sucesivas transferencias- a los cruceros "Almirante Brown" y "La Argentina" , al
portaaviones "Independencia", al rastreador "Granville", a los destructores "Entre
Ríos", "San Luis", "Misiones" y "Cervantes" y a la fragata "Santísima Trinidad" [10].
Esa batería ya
estaba instalada en una elevación (conocida como Monte Gallinero) sobre los
límites de la ciudad de Ushuaia y cubría el acceso occidental del canal, la
boca del Paso Murray, la Bahía Golondrina
y, por tiro por sobreelevación, la Bahía
Ushuaia. Preveía el fuego de contrabatería sobre los puestos
de Santa Rosa y Navarino, en la isla homónima, donde se conocía por
Inteligencia y fotografía aérea que había una batería de obuses [11] de 120mm chilena. Junto a ésta, se encontraba el edificio del Casino de
Oficiales (alojamiento de oficiales en tránsito) de la Base Naval, que oficiaba de
alojamiento y comando.
>> Croquis de la batería "Libertad" en Monte Gallinero
El reemplazo de los cañones Krupp comenzó
en 1977 a
órdenes del entonces TN Molina Carranza, Jefe del Departamento Armamento de la Base
Naval . Luego, por imperio de variadas
circunstancias, quedó a cargo del mismo el entonces TFIM Juan Roberto Marín,
cuya función original era la de Jefe de la Compañía de Seguridad, con la secundía del
Teniente de Fragata (Comando Naval) Juan José Gómez Meunier. Ni antes ni
después de este acontecimiento, un Infante de Marina ocupó ese cargo, privativo
de oficiales navales, lo que sucedió por decisión del Jefe de Base, en virtud
del apremio de la situación y la experiencia del TF Marín en la preparación de
las defensas del territorio.
Para los
grandes cañones de 105 mm
hubieron de construirse plataformas de hormigón con sus pistas de ronza y
bulones de fijación.
Hay que imaginar
las complicaciones de la época para efectuar el traslado y ensamblado de esas
tremendas piezas de más de 14000 kgs. de peso total en pleno invierno, en un
terreno agreste y blando de turbal, montañoso y nevado.
Se
construyeron trineos de madera, los que fueron remolcados por un viejo tractor
de la Base ,
recorriendo sigilosa y lentamente, metro a metro, muchos kilómetros de
ascendente camino precario de tierra en el monte helado. Debemos recordar que
se pretendía además mantener los sitios lo más oculto que una situación de
combate merecía.
La colocación
para calzar la base del cañón en su base, en los respectivos afustes de
hormigón, exigía una precisión milimétrica. Para ello se empleó una antigua
grúa e improvisaron andamios, los que no permitían, sin embargo, resolver las
dificultades técnicas prácticas.
Afortunadamente
y aquí talla la anécdota, el padre del TFIM Marín era supervisor civil de la Armada en Aviación Naval en
Puerto Belgrano y, de visita ocasional a su hijo en la isla (de la época en que había vuelos
aeronavales regulares) por pedido de éste, se sumó para ayudar en las tareas de
montaje de los cañones en sus plataformas, con su experiencia.
Justamente fue
la dirección y veteranía de Juan Marín (padre) las que finalmente permitieron el
éxito de esta maniobra de armado de los afustes y puesta en batería. De este
modo, padre civil e hijo militar, dirigieron estas complicadas labores, que
requirieron gran pericia, ingenio, determinación y esfuerzo.
Para terminar
esta posición defendida, se excavaron en el suelo pedregoso y húmedo,
trincheras de arrastre, entre todas las armas, alojamientos y santabárbaras.
Los túneles fueron protegidos con una cubierta superior de troncos, chapas y
tierra. Esto permitía vincular en forma segura y sigilosa todos los sitios
ocupados por el personal, incluso del fuego directo, además de mantenerlos
ocultos y enmascarados desde el cielo.
Al terminar,
se probaron todos los cañones con salvas de adiestramiento, según indicaban las
normas del momento, agotando incluso el doble de la cantidad de munición
prevista. Todas las ejercitaciones de tiro fueron evaluadas por la Dirección de Armas
Navales, certificando su eficacia y aprobando la batería para su uso operativo.
Esta batería tenía
así una conformación de armas similar a la todavía puede observarse instalada
abordo de los patrulleros ARA “KING” y ARA “MURATURE”, en Buenos Aires.
La dotación (a
5 hombres por arma) estaba constituida por artilleros navales, gente de mar y
la totalidad de efectivos de la
Banda de Música (entonces más de 130 músicos) dirigidos por
personal de control tiro de la Base Naval.
Luego, en el
año 1978, se construyó una Central de Dirección de Fuego (CDF) entre las piezas
3 y 4 (con un reloj conservador de distancias tipo ROCOR de Lutz-Ferrando (para
mantener ángulos de tiro sobre blancos móviles) y anemómetro para determinar
viento en superficie), túneles de arrastre zigzagueantes protegidos, depósitos
de munición lista y defensas. Más tarde se le instaló un episcopio para telemetría,
del crucero ARA “9 DE JULIO”.
>> Telémetro de campaña Carl Zeiss usado en la época por la IM
El polvorín
principal estaba en la cárcel, complementado con pozos de munición distribuidos
en la ciudad.
>> Dos imágenes del patio central o rotonda (nótense en las esquinas superiores las barandas de la planta alta) del Presidio de Ushuaia en 1978 usado como depósito de munición.
Efectuó pruebas
y prácticas de tiro según se indicaba en el MYNACA (publicación reglamentaria
de Métodos y Normas de Adiestramiento y Control de Artillería) sobre la
península, sobre Islas Casco, Conejo, Dos Lomos y Bridges.
Al momento de
desafectarse, cerca de 1983, los cañones de 105 mm habían disparado
entre 93 y 215 tiros, mientras que los de 40/60 oscilaban entre 169 y 1912
salvas, dependiendo más que de su establecimiento en la isla de sus años de
servicio a bordo de unidades de la antigua flota.
>> Estado actual ("graffiteado") del único montaje remanente en Monte Gallinero, apuntando al Oeste, con la ciudad de Ushuaia en segundo plano, abajo (hacia el Este). A la izquierda y delante, dos cajas de munición lista, caídas.
2. Batería 25 de Mayo
Las
complicaciones constructivas de construir una defensa de costas se
multiplicaron cuando se decidió instalar una segunda batería [12] sobre el acceso
oriental a la ciudad, en Almanza, frente a Puerto Williams, que era (y es
todavía en el comienzo del siglo XXI) un apostadero de la Armada de Chile. Allí ese
país había establecido sus propias líneas de artillería en Punta Trucco y
Caleta Róbalo, cerrando el Paso Mackinlay con obuses de 120mm. En esa segunda
posición, que se conserva como museo abierto, la Central de Dirección de
Fuego (CDF) estaba improvisada en un vehículo anfibio a oruga de IM comúnmente
conocido como “Vinchuca”, enterrado.
>> Obús chileno de 120mm en Caleta Róbalo (2009)
>> Parte posterior del Obús y taquilla de munición
>> Vehículo anfibio chileno utilizado como Central de Dirección de Fuego (2009)
A esta nueva línea se la denominó “25 de
Mayo”, aunque en algunas referencias se la nombra “Independencia” y fue montada
en proximidades del Puesto de Vigilancia y Control del Tráfico Marítimo
(PVyCTM) Almanza, en el año 1978 con 4 torres de 105/41mm Bofors con coraza.
Se complementó con una batería móvil de 3
piezas antitanque de 105mm sin retroceso Czekalski y 2 montajes móviles bitubo
de 40/60mm Breda Bofors para su propia defensa antiaérea de punto. Además se
construyó una plataforma para la operación de helicópteros.
>> Croquis de la batería "25 de Mayo" en Almanza
El camino
terrestre hasta Almanza era una estrecha senda de tránsito muy limitado, que
llegaba sólo hasta Bahía Brown, de paso hacia la Estancia Harberton ,
y estaba enteramente cubierto de hielo y nieve.
El visionario
gobernador militar de aquel momento, ya vislumbraba el destino turístico de
Tierra del Fuego y proyectaba que los contingentes, que ya habían empezado a
llegar de visita, prolongaran su permanencia en la ciudad de Ushuaia. Para
entonces, ya se disponía de un día de recorrido por el Parque Nacional de
Lapataia y otro hacia el este, hacia el lago Fagnano; por lo que el estadista
planeaba una tercera jornada de paseo terrestre por la margen del Canal Beagle,
transitando un camino costero que llegara hasta Moat.
Esta ruta no
existía, por lo cual y como apoyo del objetivo militar de armar las baterías
costeras, la gobernación dispuso el inicio de esta vía, que diera origen a la
ruta complementaria “K”, abriendo la brecha desde la Bahía Brown hacia Almanza y
entregó explosivo plástico (350 kgs. de Gelamón 80) al grupo de ingenieros
anfibios de la Compañía
de Seguridad de Infantería de Marina de la Base Naval.
Con eso, en
arduas y riesgosas faenas de demolición, abrieron un paso de 110 metros de largo por
10 de ancho, produciendo la voladura de casi 15 metros de altura de la
ladera del cerro que llegaba hasta la línea de agua en el comienzo del tramo.
Los escombros, sirvieron para ganar más asiento firme sobre la orilla y así
nivelar el acceso de vehículos al predio llano que hoy ocupa el asentamiento
pesquero.
Esto constituye
el mayor hito en la conformación de ese núcleo habitacional y productivo
actual. Posteriores
obras en ese trayecto de ripio permiten hoy alcanzar Puerto Remolino desde el
lado Este, pero sin llegar a la ciudad capital, pues falta el segmento Baliza
Escarpados-Remolino.
La unión entre
Harberton y Moat se concluyó muchos años después, a fines de la década del 80,
por un contrato entre el gobierno provincial y el Ejército Argentino, que
dispuso una compañía de ingenieros para la obra.
Finalmente,
la batería fue instalada por personal del Departamento Armamento de la
Base Naval
Ushuaia, que transportó las piezas Bofors de 105 mm con carretones y
trineos (tipo anguilera) remolcados desde Ushuaia. Los cañones de 40 mm se llevaron sobre
carros de Krupp modificados.
Todos los
montajes y los dos carros de transporte de las armas AA se encuentran aún
instalados en Almanza en estado operativo, mantenidas por la
Base Naval Ushuaia “Almirante Berisso”.
Su dotación
era conformada con personal de refuerzo en la zona, trasladado en previsión del
conflicto, y de las áreas de servicios de la Base Naval , a 5 hombres
por pieza.
No efectuó tiros de práctica para permanecer
oculta al enemigo potencial.
>> Campo de tiro de los montajes de 105mm en Almanza (I)
>> Campo de tiro de los montajes de 105mm en Almanza (II)
>> Cañón Bofors de 105mm en Almanza ubicado en una ondonada del terreno (2010)
>> Cañón Bofors de 105mm en Almanza con coraza con capa protectora (2010)
>> Montaje de 40/60 de Almanza con capa en
tubos, sobre afuste de Krupp 88.
Atrás se nota el albardón de un cañón de 105 mm
>> Carro de
transporte de cañón Krupp, modificado. Expuesto en el PVCTM Almanza
3. Defensa Aérea
Para la
protección del resto de los puntos estratégicos del sur de Tierra del Fuego,
configurados en Ushuaia por el aeropuerto, la planta de combustibles Orion de
YPF, la Intendencia
Naval (con sus acopios logísticos), el muelle y la misma Base
Naval, la tarea fue más compleja, aunque se limitó al establecimiento de la defensa
aérea puntual, con los mismos cañones Bofors 40/60 y ametralladoras dobles de 20 mm .
Primeramente,
hubo que determinar la mejor ubicación de las baterías antiaéreas, en cercanías
de cada objetivo a custodiar. Si bien el corredor marítimo estaba obviamente
delimitado por el Canal Beagle, las vías de aproximación aéreas, en cambio,
hubieron de ser establecidas en forma práctica. Para poder hacerlo se
destinaron dos helicópteros navales SA 316 B Alouette III (de la EAH1 a cargo
del entonces TNCD Espilondo), sin limitaciones de horas de vuelo. Estas
aeronaves sobrevolaron diariamente cada una de las zonas importantes con el
TFIM Marín, reproduciendo en sus vuelos los perfiles de ataque de los aviones
de bombardeo, encontrando así la posición ideal para cada pieza.
La defensa antiaérea
(AA) se diseñó con la distribución de 21 montajes 40/60mm Breda Bofors fijos (bitubo
tipo “B”); uno de ellos monotubo (tipo “C” de 1700 kgs de peso) y 4 móviles (sobre
afustes modificados pertenecientes a los viejos cañones antitanque KRUPP 88).
El sistema,
meticulosamente diseñado, se distribuyó según el siguiente orden:
a.
(7) siete piezas en la Península, en protección del viejo aeropuerto (único entonces en 1978) y la Base Aeronaval
Ushuaia.
b.
(9) nueve en la
Base Naval , defendiendo el Comando, la Intendencia Naval ,
el Hospital naval y la Planta de Combustibles de
YPF “ORION”. Todavía se visualizan restos de una pieza sobre el Hospital Naval
y los terraplenes de protección de otras junto a la Usina eléctrica auxiliar de la
Base Naval y en el perímetro de la Intendencia Naval.
c.
(3) tres en Monte Gallinero
(Batería Libertad), Ushuaia.
d.
(2) dos en Almanza (Batería 25
de Mayo).
e.
Se colocaron algunos afustes
complementarios de ametralladoras Browning 20 mm . en montajes dobles.
Las piezas
eran cubiertas o tripuladas por gente de mar y servicios, con cinco (5) hombres
por cañón. Tenían taquillas de munición lista (almacenes o santabárbaras) en
sus cercanías y parapetos o albardones defensivos.
Los montajes
móviles colocados como defensa en Almanza, permanecen allí con sus carros de
transporte. Otros tres afustes fijos se encuentran en depósito en cercanías de
automotores de la Base Naval de Ushuaia, mientras el resto se ha replegado y
reutilizado como material ornamental.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS DE LOS CAÑONES:
- Cañón Bofors L41 de 105mm Mod 1945 D.P. (doble propósito: antisuperficie y antiaéreo), con coraza de protección.
(Tablas de Tiro de 1947 redactadas por la Comisión Naval Argentina en
Suecia, Karlskoga).
Peso de la pieza: 4750 kgs.
Peso total de la batería con coraza: Apróx.
14000 kgs.
Campo de tiro horizontal: 360º
Campo de tiro vertical: -10º a 60º
Alcance máximo: 16.000 metros para
45º de ángulo de tiro.
Ánima: estriada con 32 estrías de paso derecho
constante.
Peso del tiro completo: 23,5 kgs. (tiro fijo)
Largo del tiro completo: 1,042 mts.
Carga explosiva: pólvora.
Velocidad inicial de tiro: 720 +/-4 m/seg.
Espoleta: de percusión (impacto).
Disparo: eléctrico o
mecánico a pedal.
- Cañón Antiaéreo Breda-Bofors L60 de 40mm. Tipo “B” (montaje bitubo para buques de superficie con estabilización transversal y coraza, peso 3700 kgs.)
(Tablas de Tiro de 1947 redactadas por la Comisión Naval Argentina en
Suecia, Karlskoga).
Tipo: Cañón–ametralladora AA, con coraza de
protección de 5 mm .
Campo de tiro horizontal: 360º
Campo de tiro vertical: -10º a 90º
Alcance máximo: 11.200 metros para
45º de ángulo de tiro.
Altura máxima: 7800 mts para 85º de elevación del
tubo.
Ánima: estriada con 16 estrías de paso derecho
constante.
Peso del tiro completo: 2,1 kgs. (tiro fijo)
Largo del tiro completo: 446,8 mm .
Carga explosiva: trotyl.
Velocidad inicial de tiro: 850 +/-5 m/seg.
Espoletas: de percusión (impacto) penetrante o gran explosiva
(A.E.A.T.), con dispositivo de autodestrucción selectable.
Disparo: mecánico a
pedal.
3. Cañón antitanque argentino Czekalski de 105 mm sin retroceso de
dotación de las unidades de línea de Infantería de Marina (IM) y Ejército
Argentino.
Calibre: 105mm
Sistema de cierre: a tornillo con toberas
Peso del cañón: 397 kg
Alcance maximo: 9.200 metros
Peso del proyectil: 15.6kg
Tipo de disparo: ensalerado
Proyectiles: Explosivo Carga Hueca (ECH) y Explosivo Fragmentario (EF)
REFERENCIAS
[1] El autor es Capitán de Fragata, Oficial de Estado Mayor, Licenciado en Sistemas Navales (INUN), Analista Opera-tivo (ESOA – UNS). Cursó la Maestría en Dirección de Organizaciones (INUN) y es Maestrando en Administración de la Educación de la Universidad Torcuato di Tella. Fue Segundo Comandante de la Lancha Patrullera ARA “Clo-rinda” y Comandante de la Lancha Patrullera ARA “Concepción del Uruguay” (Misión de la ONU en Centroamérica – 1992), del Aviso ARA “Francisco de Gurruchaga” (2004) y de la Agrupación de Lanchas Rápidas (año 2009). Participó en la Misión de la ONU en Haití (MINUSTAH – 2011). Se desempeña en la Escuela Superior de Guerra Conjunta de las FFAA.
[2] Dos célebres construcciones del estilo impuesto por estos ingenieros son el Fort Boyar (La Rochelle, Francia, siglo XVII), famosa por estar montado en el mar, sobre un banco de arena y ser sede de un reality show de pruebas de destreza en TV en 1990, y otra es la Citadelle de Laferriére en el norte de Haití (1805), la fortaleza más grande de América, también patrimonio cultural de la humanidad (UNESCO). Los fuertes coloniales españoles del Caribe y América del Sur, llevaban sus conceptos de bastiones, caras anguladas y líneas de apoyo mutuo.
[3] Que resistiera la primera invasión inglesa al Río de la Plata.
[4] Esta línea de siete baterías en la boca del estuario de Bahía Blanca, donde se construía la gran Base Naval Puerto Belgrano, correspondía a defensas marítimas por los primeros conflictos con Chile, de fines del siglo XIX. Hoy se conservan las estructuras de las cinco que alcanzaron a erigirse antes del armisticio de 1902, y una de ellas es museo con sus cuatro gigantes cañones Krupp de 24 centímetros de calibre. Ver fotos y nota en www.histarmar.com (Fuerzas Navales de Defensa y Seguridad – Armada Argentina- Artículos históricos y guías).
[5] El obús es un arma de gran calibre pero tubo cañón más corto que el de los cañones. Son más livianos y transportables pero la trayectoria de sus proyectiles es corta y muy curva (parabólica), por lo que pierde precisión.
[6] Nombre que honra al Vicealmirante Emilio Rodolfo Berisso, asesinado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en 1972.
[7] En 1812 el Gral. Manuel Belgrano erigió una batería con este mismo nombre en la Villa del Rosario.
[8] Ver notas artilleras al final del trabajo. Bofors es la famosa empresa sueca diseñadora y fabricante.
[9] El primer número es el calibre (diámetro del ánima) del tubo, el segundo valor indica el largo de dicho cañón al referir la cantidad de calibres (41 x 105 mm = 4305 mm es decir 4,30 mts).
[10] Información extraída de los Historiales de los cañones, depositados en el Dto. Artillería de la Base Naval Ushuaia “Almirante Berisso”.
[11] Obús, es un arma de grueso calibre pero de cañón corto. Esto implica que el tiro tendrá grandes parábolas, pero menor alcance y precisión. Igualmente suficiente para la distancia de ancho del Canal Beagle.
[12] También llamada Independencia.
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