jueves, 25 de agosto de 2011

Torpederas en el Canal de Beagle: “Higgins” (Argentina) vs. “Barceló” (Chile)

Nota aclaratoria. Este artículo no pretende abrir un juicio de valor sobre las disputas territoriales que han mantenido tiempo atrás Argentina y Chile, tampoco resucitar viejos enconos, revanchismos, ni rivalidades. Sólo trata comparar en forma objetiva dos “sistemas de armas”, de características en principio similares, que poseían las armadas de los países mencionados en las aguas australes del sur continental para defender lo consideraban como sus  legítimos derechos soberanos.

Introducción
Entre 1965 y 1966 la Armada Chilena incorpora 4 (cuatro) lanchas torpederas Clase “Barceló” de origen español que son destacadas en Puerto Williams, en el extremo sur del país trasandino. En 1968 la Armada Argentina, como respuesta a la incursión en la Bahía de Ushuaia de una de las mencionadas torpederas chilenas (más precisamente la “Quidora”), decide el envío de 2 (dos) lanchas torpederas Clase “Higgins” de origen estadounidense, veteranas de la 2da guerra mundial.

El “período de convivencia” de estas lanchas torpederas duró 16 años, desde 1968, año de arribo de las Higgins argentinas, hasta 1984, año en que las mismas fueron radiadas de servicio.

El cuadro a continuación permite apreciar en forma comparativa las principales características de las lanchas torpederas argentinas y chilenas.




Algunas consideraciones (Ventajas y desventajas)
Las “Barceló” chilenas eran unidades adquiridas de primera mano y por lo tanto se encontraban en óptimas condiciones. Las “Higgins” argentinas habían sido construídas en 1944, incorporándose de segunda mano en 1948, por lo que hacía ya 20 años que estaban en servicio con la Armada Argentina (operando en la zona del Río de la Plata).  De las 10 (diez) incorporadas originalmente en 1968 estaban en servicio sólo 4 (cuatro), siendo 2 (dos) transferidas a la Prefectura y destinándose las otras 2 (dos) a Ushuaia.

Las torpederas chilenas fueron construidas con casco de acero, mientras que las argentinas tenían casco de madera. Como una forma de preservar su casco en las difíciles condiciones de su nuevo teatro de operaciones, el mismo fue revestido con placas de cobre hasta su línea de flotación.  

Un Sikorsky SH-34J (N-52) de la Armada de Chile, sobrevuela una lancha torpedera Clase Barceló con esquema de pintura camuflado en fecha no determinada (Imagen obtenida en archyotros.blogspot.com)

A pesar de que las “Higgins” tenían 1/3 menos de eslora que las “Barceló”, las argentinas disponían de armamento extra como ametralladoras de 12,7mm en 2 montajes dobles, 2 coheteras para 8 cohetes Mk7 o Mk10 de 5'' (127mm) y 2 lanzadores de cargas de profundidad Mk6. El armamento principal sin embargo era el mismo para las dos clases: 2 cañones Bofors de 40mm y 4 torpedos de 533mm. Con respecto a éstos últimos no tengo certeza de los modelos empleados como para analizar sus capacidades comparadas, las "Higgins" habrían estado equipadas con Mk12 o Mk13, pero no poseo información sobre el tipo utilizado por las "Barceló".

En los “papeles” las “Higgins” superaban a las “Barceló” en velocidad (42 nudos vs. 28 nudos) y potencia (4200 Hp vs. 3200 Hp), pero es poco probable que con posterioridad a 1968 rindieran al 100% de su capacidad teórica. Por otra parte los motores nafteros de las torpederas argentinas eran considerados riesgosos y de alto consumo. Resultaría razonable pensar que los motores diesel de las chilenas fueran más confiables y rendidores. Con respecto al radio de acción era parejo para ambas clases, en torno a las 1000 millas náuticas.

La lancha torpedera ARA "Alakush" (P-84) a toda velocidad (Imagen obtenida en FuerzasNavales.com vía ARA, Jorge N. Padín)

Más allá de las apreciaciones anteriores, y yendo exclusivamente a un factor numérico las unidades chilenas doblaban en cantidad a las argentinas (4 “Barceló” vs. 2 “Higgins") en la zona austral.

Un factor difícil de cuantificar es el grado de adiestramiento de sus dotaciones, algo nada despreciable en este tipo de unidades. Se descuenta que era óptimo y de gran profesionalismo de los dos lados de la cordillera. Más aún con el plus que otorga el “espíritu de cuerpo” en una embarcación de estas características y la motivación de estar en la “primera línea” de una zona caliente.

Como corolario final me despido con una frase del CF (RE) Guillermo Tarapow: "Los buques no son sino lo que sus tripulantes hacen de ellos", como homenaje a todas las tripulaciones de las lanchas torpederas que prestaron servicio en las armadas de Chile y Argentina, en las gélidas aguas del sur del Continente americano.




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2 comentarios:

  1. Me siento orgulloso que pusieran los nombres y fotos de nuestros heroes argentinos que dieron su vida por su patria ,soy ex marinero de seguridad que presto servicio en Divicion Patrullage sona Rio de la Plata Prefectura Naval Argentina

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    1. "ohbd" si tenés fotos o algún material interesante que consideres puede ser de utilidad al blog contactame por mail.
      Gracias.

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